Haciendo misión en Guatemala y queriendo poner a nuestra Iglesia en estado permanente de misión!!! Sololá-Chimaltenango
jueves, 6 de junio de 2013
domingo, 19 de mayo de 2013
PERFIL DEL NIÑO PARTICIPANTE EN EL IV CONGRESO MISIONERO GUATEMALTECO
Edad:
De 9 a 12 años.
Escolaridad:
De 3ro. a 6to. Primaria
Líder, dinámico, extrovertido, obediente, creativo, responsable y comprometido.
Hablar en público y saber seguir instrucciones.
Oración del IV Congreso Misionero Guatemalteco COMGUA IV
Jesús, fijos los ojos en Ti, comenzamos este camino de fe, esperanza y amor hacia nuestro Cuarto Congreso Misionero.
Señor, Tú eres nuestra inspiración, Tú nos irradias la alegría de ser discípulos y misioneros tuyos.
Enséñanos a ser como Tú, que eras noble, amable y ejemplar.
Que ibas sembrando amistad en todos y vivías la armonía entre vida y doctrina.
Ayúdanos a vivir y confesar nuestra fe en Ti.
Que nuestra relación con el Padre sea tan cercana como la tuya, y Él nos dé sabiduría y aliento para predicar su Reino a los hombres y mujeres de hoy que tanto lo necesitan.
Señor, ahora que nos sentimos enviados tuyos a esta hermosa y difícil misión, haz que aprendamos de Ti en las cosas grandes y pequeñas.
Que aprendamos Tu modo de comer y de beber, cómo te portabas cuando sentías hambre y sed, o cuando sentías cansancio tras las caminatas apostólicas.
Haz que aprendamos de Ti tu trato con los enfermos, con los pobres, con los hombres, con las mujeres, cómo mirabas a los jóvenes y cómo tratabas a los niños.
En tus manos ponemos nuestros trabajos y esperanzas de este Cuarto Congreso Misionero.
Danos la gracia que renueve nuestra vida para proceder conforme a tu Espíritu, y comencemos a realizar el Reino en Guatemala que Tú has soñado para nosotros.
Permítenos ser misioneros y humildes colaboradores tuyos en la obra de la Redención.
Pedimos a María, tu Madre Santísima, Reina de nuestra querida Guatemala, quien tanto contribuyó a plasmar y formar Tu modo de ser, que forme también en nosotros nuevos hijos e hijas de Dios y de la Iglesia, y que nuestra misión sea para tu mayor gloria y alabanza.
Amén!
domingo, 12 de mayo de 2013
RERUM NOVARUM
(Prensa Libre, edición del 11 de mayo de 2013).
(Prensa Libre, edición del 11 de mayo de 2013).
Monseñor Gonzalo de Villa y Vásquez, S.J.
Obispo de la Diócesis de Sololá-Chimaltenango
Lo Fundamental
El derecho a la vida es el más importante, como el artículo 3 de
la Constitución
desarrolla.
Los primeros dos artículos de la Constitución Política
de la República afirman cuál es el fin
primario del Estado y cuáles son sus
deberes fundamentales.
Son artículos
conceptuales que después se desglosan en otra
serie de artículos posteriores. Cuando en
1984 esa Constitución fue aprobada estábamos
saliendo del cataclismo humano
más grande ocurrido en el siglo XX: el
conflicto armado interno y su cauda de
víctimas, victimarios, encubridores, cómplices
y simpatizantes
de las partes en
conflicto.
La Constitución marcó
un momento en que Guatemala,
saliendo de una etapa horrenda y criminal
que afectó a muchos más que a los actores
directos, se quiso plantear un arrancar
de nuevo como país, definiéndose como
sociedad política en la que al Estado se le
confiaba una función fundamental.
El artículo 1 nos plantea, y mantiene toda su vigencia, que el fin supremo del Estado es la realización del bien común. En los últimos 28 años esa afirmación sigue siendo el norte que marca la vocación del Estado y se vuelve también el parámetro desde el cual evaluar cuán lejos de esa meta los diferentes gobiernos, congresos y municipalidades han estado.
El artículo 1 nos plantea, y mantiene toda su vigencia, que el fin supremo del Estado es la realización del bien común. En los últimos 28 años esa afirmación sigue siendo el norte que marca la vocación del Estado y se vuelve también el parámetro desde el cual evaluar cuán lejos de esa meta los diferentes gobiernos, congresos y municipalidades han estado.
Recordar el bien común
como fin supremo del Estado
se constituye entonces en
un constante mecanismo de
verificación de lo que tenemos que hacer y de cuán lejos
de alcanzarlo estamos en todos los niveles de gobierno.
Al Estado, la
Constitución le asigna como deber el
garantizarle a los habitantes de la
República la vida, la libertad,
la justicia, la
seguridad, la paz y el desarrollo integral de la
persona.
Obviamente el derecho
a la vida es el más importante,
como el artículo 3 de la
Constitución desarrolla. Defender el derecho a
la vida en todos los
sentidos es obligación primera del
Estado. Es verdad que el Estado
de Guatemala existe en una sociedad
en que la violencia ha
formado parte de códigos culturales
que la hacen permisiva en
determinadas circunstancias y
momentos. Por eso defender la vida
en Guatemala pasa por la construcción
de una cultura de paz que es
enormemente difícil de realizar, pero que
es un reto impostergable.
Si es fundamental la
defensa de la vida y la promoción de una
vida digna ello es imposible sin libertad
y sin justicia. La libertad personal
acaba obviamente donde comienza la libertad
de los demás porque el derecho a la
libertad es universal, no solo para una parte
de la población. La justicia
es obviamente también el derecho a
que el Estado, a quien la sociedad confía
esa misión, administre justicia de manera
pronta e imparcial.
Es obvio que las
tareas asignadas al Estado desbordan con
mucho las capacidades concretas del Estado
para llevarlas adelante. Necesitamos
por ello refrescar el sentido
de que para qué existe el Estado y cuáles
son sus principales responsabilidades,
pero necesitamos también entender que
cuanto más débil sea el Estado más
difícil será que los conflictos presentes
en nuestra sociedad encuentren cómo ser
enfrentados de una manera que desmonte
conflictos de una manera justa.
lunes, 15 de abril de 2013
CHIMALTENANGO SE PREPARA
La Diócesis de Sololá-Chimaltenango se está preparando no solo espiritualmente, sino por medio de actividades de fortalecimiento misionero, teniendo ya a la vuelta de la esquina la publicación del Plan Pastoral Diocesano, trabajo realizado por las mismas fuerzas vivas de nuestra Iglesia Particular.
Además se ha pedido a las 35 parroquias, que conforman la diócesis, una cuota económica para sufragar los gastos de dicho Congreso (tanto de niños como de los adultos), se ha dado ya inicio a la venta de boletos para la rifa diocesana, rifa coordinada por el Movimiento de Cursillos de Cristiandad.
Se ha formado un equipo motor en la Parroquia Concatedral Santa Ana, Chimaltenango, el cual se encarga de dinamizar, coordinar el evento e involucrar a los delegados parroquiales de la Diócesis que son parte del equipo anfitrión.
Ponemos nuestras riquezas, logros pastorales en manos del Buen Dios, fijos los ojos en Jesús, los invitamos a ser parte activa de este acontecimiento que quiere animar, fortalecer, celebrar, potencia los procesos misioneros de nuestra Diócesis y las de las diócesis hermanas del país.
Gracias por tu apoyo, tu oración y por tu ayuda en hacer que el COMGUA IV sea una fiesta y un impulso para los procesos que ya estamos viviendo.
domingo, 24 de marzo de 2013
El Papa Francisco
RERUM NOVARUM
MONSEÑOR GONZALO DE VILLA Y VÁSQUEZ, S.J.
Obispo de Sololá-Chimaltenango
(Prensa Libre, edición 23-marzo-2013)
Si fue sorpresa el elegido, también
fue sorpresa el nombre que escogió.
En la Iglesia Católica, la elección
de
un nuevo Papa significa un momento
particularmente
importante en la vida
de
la Iglesia universal.
Hasta ahora, con alguna
muy antigua excepción,
se elegía un
nuevo papa después de la muerte
de
su antecesor.
En esta ocasión el cónclave
para elección
del nuevo papa se
reunió tras la renuncia del Papa
Benedicto
XVI, quien, cargado de años,
consideró
con total honestidad que le
faltaban
las fuerzas para seguir ejerciendo
su
ministerio.
Las quinielas de los
días previos al cónclave mostraron
que
el cardenal que fue elegido no
aparecía
como uno de los favoritos o de
los
más mencionados.
Si
fue sorpresa el elegido, también
fue
sorpresa el nombre que escogió:
Francisco.
Su estilo y su personalidad marcan
novedades y
generan simpatías, aunque
seguramente
también alguna suspicacia.
Para el mundo, fuera de
Argentina,
su nombre era poco conocido.
Para
los cardenales, sin embargo,
sí
era conocido, y prueba de ello
es
que resultó elegido en el segundo día
del
cónclave.
En el plano personal puedo
contar
que lo conocí el año
pasado
en Buenos Aires.
Estuve unos
15 minutos con él, y
en
ese breve espacio de tiempo
pude
apreciar su calidad humana,
su
simpatía personal y
su
profundidad espiritual.
Un
elemento interesante es
que
desde el primer momento
está
haciendo énfasis en su
condición
de obispo de Roma,
haciéndonos
sentir a todos que
siente
y quiere a Roma como
su
diócesis y que es desde ella
que
preside en la caridad al resto de
iglesias
particulares en comunión
con
el sucesor de Pedro.
Su
cercanía personal, sus
rupturas
del protocolo, su énfasis
en
la dimensión evangelizadora
de
la Iglesia, su simpatía
personal,
son elementos que
resultan refrescantes
y
que muestran también muy
a las claras en qué
continente
nació.
La insistencia en
la misericordia, en el
presentar
a un Jesús que es
misericordioso,
que se acerca,
como
tantas veces vemos en el evangelio,
a
las personas en situación de
necesidad
para entrar en relación personal
con
ellas y para anunciarles la
buena
noticia en sus vidas y para sus
vidas
es algo muy vitalmente sentido
en
el papa Francisco.
Por ello no es sorprendente
que esa dimensión sea
algo
que practica y que predica de
manera
muy existencial.
El
nombre de Francisco, que hasta
ahora
ningún papa había escogido para
sí,
constituye en su caso una elección
que
muestra una identificación muy
profunda
con uno de los santos más
queridos
y populares, dentro y fuera de
la
Iglesia católica.
Es vivenciar al santo de
la dama pobreza,
del amor a la naturaleza,
de hombre
que ama la paz y quiere
hacer hasta
lo imposible para que
haya paz.
Pero es sobre todo recordar
al
santo que quiso llevar el
seguimiento
y la imitación de Cristo
con
total radicalidad y con alegría profunda.
Pido
a Dios que bendiga al papa
Francisco
y que le dé ánimo generoso y
firme
para timonear la barca de Pedro
en
los próximos años.
viernes, 15 de marzo de 2013
¡Francisco: Primera impresión!
Casi nunca tenemos una segunda oportunidad para cambiar una primera mala impresión. ¿Cuántas veces escuchamos esta afirmación tan cierta? Lo interesante es cuando sucede lo contrario y esa impresión inicial es positiva. El Papa Francisco tuvo ocho gestos ejemplarizantes de liderazgo en su presentación ante la humanidad; ¿podremos imitarlos?
Sus primeras palabras hicieron reír a quienes le escucharon tanto en la Plaza de San Pedro como en algún rincón del planeta. Una nota de humor le acercó de inmediato a sus semejantes, recordando que las distancias entre los seres humanos se acortan al hacerles sentir bien. Sin importar banderas, idiomas ni credos, unió a todos con el lenguaje de la sonrisa, la distancia más corta entre las personas.
Se presentó con la vestimenta más sencilla posible; no usó símbolos tradicionales. Se sabe que utilizaba el transporte público en Buenos Aires para estar junto al pueblo, residía en una modesta habitación fuera de la residencia arzobispal y cocinaba sus alimentos. Ejemplo de modestia, virtud siempre apreciada en líderes trascendentes, cercanos a su gente.
Solicitó agradecer a su antecesor y orar por él, no para aprovecharse del prestigio heredado sino para reconocer con justicia y proporcionalidad el legado de Benedicto XVI. Rompe la tradición de usar un número romano en su nombre y será solamente "Francisco", con lo cual acorta esas distancias que establecen quienes exigen ser tratados por su título de "señor o jefe." ¿Acaso nuestros hijos nos dicen "don papá o doña mamá"?
Se inclinó hacia el público como ningún Papa lo había hecho en su presentación y le pidió el favor a la multitud de orar por él. Un gesto de humildad para solicitar ayuda e insinuar que no viene con respuestas, pero que cuenta con sus dirigidos para encontrarlas. Al instar a todos a permanecer unos segundos en silencio, nos recordó la necesidad de hacer pausas, y de conectarnos con nuestra espiritualidad para continuar la marcha.
Cuando ya había cumplido con lo que todos esperaban según el protocolo formal vaticano, decide romperlo, busca un micrófono, lo enciende él mismo y agradece la acogida recibida de la multitud presente. Les desea buenas noches y un buen descanso y se retira sonriendo. ¿Quién no valora la espontaneidad de sus líderes, el trato horizontal, simple y generoso?
"Francisco" es un nombre que significa "hombre libre". Como San Francisco de Asís, llega el nuevo Papa a ejemplarizar que el liderazgo inspirador consiste en despojarse de ataduras de egos y ansias de poder, para servir y no para ser servidos. ¿Verdad que usted desearía decirle al nuevo Papa: "¡Amigo "che" Francisco, gracias por ser genuino y por tus ocho lecciones en tan solo trece minutos!" Y todo en la primera impresión...
viernes, 8 de marzo de 2013
CONGRESO MISIONERO GUATEMALTECO IV
¿Por qué congreso? Porque es una reunión en donde asisten líderes que discuten un tema establecido, intercambian informaciones, presentan avances o nuevas teorías, identifican situaciones, proyectan, toman decisiones vinculantes y acciones prácticas.
¿Qué tiene que ver el aspecto misionero? Éste hace referencia a la esencia y naturaleza de la Iglesia: la Misión. Exige asumir la responsabilidad misionera mediante el anuncio del Evangelio y el testimonio bautismal y/o de hijo de Dios con miras a construir el Reino de Dios, aquí y ahora!
¿Guatemalteco? Sí, porque en él participan todas las diócesis de Guatemala, representadas en los delegados (fuerzas vivas de cada Iglesia Particular).
Y lo de ¿Cuatro o cuarto? Somos la cuarta sede para su realización: luego de Guatemala (1987), Xela (2005) e Izabal (2009). Nuestra diócesis se prepara para celebrarlo, concretamente en la ciudad de Chimaltenango, para niños el 9 de noviembre de 2013 y noviembre de 2014 para jóvenes y adultos.
¿Con qué objetivo se celebran los COMGUA? El objetivo inmediato de estos Congresos es animar a los Laicos, Institutos Religiosos, Institutos Misioneros, Seminarios, Clero diocesano y Obispos, para que asuman un real y efectivo compromiso de la misión. Haciendo eco a la invitación de Aparecida queremos hacer de cada cristiano un discípulo misionero y configurar nuestras diócesis en estado permanente de misión.
¿Quién los organiza? Esencialmente la Conferencia Episcopal de Guatemala (CEG) a través de la Comisión Nacional de Misiones y la diócesis anfitriona. Estas, a su vez, convocan a todas las Iglesias Particulares (Diócesis) y todos los organismos y fuerzas misioneras del Clero (obispos, sacerdotes y diáconos), Religiosos (órdenes y congregaciones masculinas y femeninas) y Laicos (movimientos eclesiales misioneros, institutos seculares y líderes de comunidad).
¿En qué han ayudado los COMGUA? En nuestra Iglesia local (todo el país), en donde la conciencia de la misionalidad está muy frágil, los congresos han contribuido de manera admirable, ya que han despertado la pastoral ordinaria dándole una dimensión misionera y revitalizado el aspecto formativo de la Iglesia, con miras a vivir en estado permanente de misión.
Cada Diócesis, desde su propia necesidad, ha ido implementado procesos misionales protagónicos y que, además, inspirados con el espíritu de Aparecida, han conformado una gran red de Anuncio y Evangelización “ad intra” y “ad gentes”.
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